Hoy ha sido un día triste porque damos por finalizada la búsqueda de la tumba del faraón.
Nuestro último día de campamento en este 2018, mañana de recogida de habitaciones, de volver a hacer la maleta para regresar a casa y lo más triste es que ha sido nuestro último día en el antiguo Egipto.
Los padres desde muy temprano ya esperaban la apertura de puertas para ver a sus añorados niños y niñas pero...todavía quedaba verlos en acción y disfrutar de una actuación divertida, participativa y memorable.
Después de la entrega de diplomas se ha subido a las habitaciones para coger las maletas y hablar con los monitores.
Unos bailes en el jardín con buena música y ha tocado lo más triste, que es despedirse de los "amigos de campamento" esos que sabemos que cada verano vamos a reencontrar en Puebla aunque algunos niños han tenido una despedida un poquito más emotiva ya que al cumplir la edad escolar límite ya no volverán de nuevo (por lo menos como niños, pero confiamos en que más de uno volverá de monitor por lo que nos dice la experiencia).
Hemos pasado 12 días llenos de risas, diversión y juegos sobretodo muchos juegos.
Todo tiene un principio y un final por eso nosotros preferimos pensar en el siguiente año y preguntarnos:
¿Dónde iremos el próximo año de aventuras?
Muchas gracias a todos los que han participado en este proyecto de manera directa o indirecta, a todos los padres que han confiado en nosotros para dejar a sus hijos e hijas divertirse y sobretodo gracias a los niños y niñas por meterse un año más en nuestra historia y vivirla intensamente y porque sin ellos esto no tendría sentido.
¡Hasta el año que viene amigos!
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